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Los niños índigo y cristal

En el post anterior hablamos de los hemisferios cerebrales y el procesamiento de la información, ahora desarrollaremos las vinculaciones de estos en las capacidades de los niños índigo y cristal.
Los niños índigo y cristal vienen a manifestar el equilibrio entre lo intuitivo y lo racional, características estas de el hemisferio derecho y e izquierdo, respectivamente.  Esto chicos llegan a la tierra, traen mensajes de conciencia y expansión. 
Traen consigo una gran madurez espiritual. Saben adónde van, y hasta algunos de ellos tienen destellos del lugar de donde provienen.Traen enseñanzas, proponen cambios. Tienen una gran misión: recordarnos quiénes somos, para que despertemos nuestro poder interior y nos reconozcamos capaces de generar el cambio que necesitamos.Son los Niños de Hoy, los Nuevos Niños, grandes seres espirituales jugando a ser niños.El amor los impulsa, buscan cambiar la tierra, cambiar al hombre, transformar la realidad. Quien quiera reconocer a estos niños, lo podré hacer a partir de su mirada. La transparencia y pureza de sus ojos desnuda el alma de quien los mira. Miran fijo, de forma sabia y madura.Cuando se está frente a un Nuevo Niño, la emoción desborda el corazón, dentro se despierta una sensación de reverencia y respeto por él.Igualmente no siempre sucede esto. Muchos adultos están tan inmersos en su mundo de problemas y preocupaciones que estos niños pasan desapercibidos. Pero aun así ellos actúan, actúan aún más con esas personas. Si sus miradas no encuentran eco, entonces golpearán sus puertas, y si nadie corre a abrirles, permanecerán presentes hasta que alguien los invite a pasar.Pero la espera a veces se hace larga, se hace eterna, y comienzan a olvidar lo que han venido a decir.Los cambios que estos niños proponen pueden llegar a cambiar el mundo, pero necesitan de nosotros, los adultos. Es tiempo de abrir los ojos, ver al niño que está a nuestro lado y preguntarnos ¿qué vendrá a decirnos?, ¿cómo empezamos a ofrecerle el espacio que necesita?, ¿cuál es la educación más certera para este nuevo ser?, ¿cómo encuentro el punto de equilibrio entre dejarlo expandir su potencial innato, y a la vez ejercer sana y necesariamente mi rol de padre, maestro, terapeuta o educador?
Muchas teorías hablan de niños Índigo y Cristal. En general las preguntas más frecuentes sobre este tema son: ¿quiénes son los niños Índigo?, ¿quiénes los niños Cristal?, ¿cuáles son sus características?, ¿cómo los reconocemos?

Así como la energía Índigo es una energía fuerte, dirigida, penetrante y revolucionaria, la energía Cristal es flexible, sensible, redondeada, por lo cual no confronta y choca, sino que busca la forma más empática de llegar al afuera. No se impone, sino que intenta participar, guiar y aportar a través de la comprensión y el ejemplo.

Es una energía que no desea romper sino transformar.

La energía Cristal en jóvenes y adultos

Los seres portadores de esta energía no tienen una mirada crítica del afuera sino una mirada reflexiva, y por esto muchas veces son silenciosos y parecen pasivos. Pero en realidad hay que saber que pese al silencio y a la aparente pasividad, dentro de ellos el mundo está sucediendo activamente. Solamente que, repito, esta energía jamás podría imponerse sobre otros, y por eso a menudo les es difícil encontrar la manera de exteriorizar su mundo, aunque desde ya, es importante que encuentren la forma de hacerlo.

 Los seres que portan esta energía suelen mantener una amplia conexión espiritual, aunque muchos no la demuestran. 
También traen recuerdos muy vivos de planos superiores; algunos son conscientes de ello, y otros  sin darse cuenta lo viven como anhelos que los hacen soñadores e idealistas “sin los pies en la tierra”.

A veces se sienten solos, porque no encuentran la pareja, los amigos o familiares con quien compartir lo que traen.

Puede que muchas veces sean tomados como personas indefensas y de baja autoestima. Pero sí saben quienes son, y saben defenderse, pero no como lo hace la mayoría. No pueden pelearse, y menos físicamente, no tienen esa energía. Saben internamente, consciente o inconscientemente, que al lastimar a otros se lastiman a ellos mismos.

A menudo estos seres tienen la sensación de ser “de otro planeta”, sienten que el mundo físico es un gran desafío, y esto puede ocasionarles miedos o dificultades en encontrar un espacio donde sentirse “en casa”. Esto sucede mucho con los jóvenes de hoy, aunque la edad no es un marco para esta sensación; muchos incluso la pueden sentir en la adultez.
En los jóvenes esta dificultad se ve muchas veces en el momento de ingresar a un trabajo o iniciar una carrera universitaria, que lejos están de contemplar este mundo interno que llevan. Incluso pueden tener dificultades cuando el afuera, no comprendiendo su modo de ser, se impone y pretende obligarlos a insertarse en algún plano que ellos no desean.
Saben lo que quieren, pero muchas veces se sienten tan sensibles que prefieren no luchar contra la fuerte corriente del mundo. Otros en cambio, aquellos que han logrado creer en sí mismos, mantienen su fortaleza en el espíritu, y desde este nuevo y poderoso lugar, el mundo no se les puede negar, se abre a sus indicaciones e intenciones.  

Los niños Cristal, o la energía Cristal de los niños

Imagine a este niño en una escuela convencional: 30 o más niños en un aula. Con compañeros que, por diferentes razones, manifiestan mucha agresividad y se llevan toda la atención del maestro. Un maestro que, aun imaginándolo con las mejores intenciones, pero con 30 o más niños y un cuarto de ellos con problemas de conducta, por más buena predisposición que tenga estará desbordado. Y aquellos niños calladitos, que nunca causan un conflicto, son una bendición para este maestro. Pero, que estén calladitos no significa que no necesiten nada. Muchas veces sencillamente significa que no han encontrado la forma de hacerse un lugar, no han encontrado la forma de hacerse escuchar, y se han resignado.

Un niño con esta energía jamás podrá ganarse un lugar a la fuerza, ni llamar la atención gritando o de forma agresiva. Su lugar se lo hace en silencio, solo que esta humanidad acostumbrada a escuchar el problema más urgente y ensordecedor se encarga de lo más sobresaliente en este aspecto, y lo sutil queda olvidado.

Los niños con energía Cristal a menudo son aquellos que, en los grupos de la escuela o grupos extra escolares, pareciera que no están, que no quieren o no se animan a participar en las actividades o los juegos grupales. 
Parecen no tener interés, o en realidad no se puede saber si están o no interesados. Pero hay que saber que aprenden mucho observando. No es que no juegan, juegan adentro. No es que no se interesen, están vivamente concentrados. No es que no participen, participan internamente de forma activa. 
Repiten adentro todo lo que ven. Esto no significa que esto sea lo ideal, significa que es una forma que muchas veces encuentran cuando les cuesta abrirse su propio espacio afuera, debido que el afuera tiene códigos muy distintos a los que ellos tienen y necesitan.

Muchas veces también tienen una mirada supra sensible. Esto se debe a que muchos niños con estas características tienen sensibilidad a planos no físicos o astrales. Hablo de planos donde reside el mundo espiritual, y donde también están nuestras emociones, pensamientos, ideas. Desde esta conexión muchos captan los pensamientos, emociones y vibración de personas o lugares.

Por eso son niños que aman intensamente o rechazan intensamente. Muchas veces las palabras para ellos están de más, porque innatamente se guían por lo que perciben. Algo que para los adultos parece capricho, e insisten a los niños diciéndoles: “Pero ¿por qué no quieres quedarte en este lugar?” o “¿Por qué rechazas a tal persona?”. La respuesta es: están percibiendo algo que nosotros no.
También sucede que tienen una relación muy estrecha con personas que tal vez han visto muy poco, o tienen gran predilección hacia alguna persona en particular. Esto puede deberse a que encuentran en estas personas algo que resuena con ellos, un parecido, una afinidad energética o álmica, que no puede describirse con palabras.
El extremo de esta percepción es cuando además de sentir, los niños ven. Por ejemplo, muchos niños ven el aura de las personas, y lo describen como colores alrededor de los cuerpos o de las cabezas.
O ven incluso seres desencarnados que están en otros planos sin haberse ido aún. Muchos niños sufren o bloquean esta capacidad cuando no logran controlarla, y cuando los padres, sin poder tomarlo con tranquilidad, se asustan y asustan al niño. 

Otra característica de estos niños es que tienen un especial amor al mundo, a los humanos, y hasta incluso los admiran y obedecen sin reclamos. Por eso en general no tienen problemas con los límites, es más, muchas veces son demasiado obedientes. Bien les vendría imponer su sentir en algún momento, y generar fortaleza defendiendo sus ideas. Por lo tanto hay que tener cuidado con la manera en la que nos expresamos ante estos niños, ya que están tan atentos a lo que afuera sucede, que cualquier palabra de un referente es absorbida, sea positiva o negativa. Es decir, contribuya a potenciar sus capacidades o las disminuya.

En la escuela, lamentablemente, pueden sufrir maltratos y burlas de niños con otra energía, pero con ayuda de un maestro consciente se puede trabajar para generar una cohesión grupal y un amor hacia la diversidad. 
También sucede que si en esta aula hay algún niño Índigo con su energía bien encauzada, es muy posible que le surja defender y hacer respetar a este niño.
Los seres con energía Cristal son un complemento para la energía Índigo. Cuando los Índigos abren caminos, los seres Cristal ponen las semillas que darán el fruto de lo nuevo. Cada uno cumple con su propósito.

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